Hablamos de esas horicas en las que cuando llega la luz del día tienes dos sensaciones aparentemente contradictorias; por un lado piensas con cierto sentimiento de culpa "no quería retirarme tarde y me lié" , o por otro dices satisfecho "aún se me hace de día en Moros"
Por eso son especiales las horas en las que tienes que tomar una decisión crucial: te retiras al sobre dignamente o te arreas el golpe que te dispara hasta las más altas horas de la madrugada. Este momento clave en Moros es el que retratamos en estos Momentos Estelares.
Quienes hayan optado por retirarse antes de que la noche se líe, llegan lozanamente al aperitivo previo a la horica de comer. Por el contrario quien haya abusado, en los casos más extremos, causa baja al día siguiente o aparecen como almas en pena. Esto es así desde los tiempos más remotos.
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