
Ya se sabe que desde hace unos años, nuestra AyuntaJunta Central de Moros la ha cogido llorona con eso de fichar como pregoneros de fiestas a todo quisqui que sale en la caja tonta. Total, qué más da no tener ni zorra de la Fiesta mientras haya ambiente farandulero y alfombra roja.
Sin embargo, este año, según ha conocido LA TROLA en exclusiva, nuestro pregonero ha hecho un servicio impagable a nuestra ciudad y que nuestras autoridades han mantenido en secreto.
El propio pregonero, Jorge Fernández, conociendo la situación económica del Ayuntamiento con un pegao de cuatro millones de euros en el último ejercicio contable, propuso la realización en Elda de su programa “Esta casa era una ruina”. El Fernández aconsejó derribar el edificio del Ayuntamiento y construir otro nuevo de trinca.
Así se hizo, y esta noche tras la celebración del tradicional pregón, las autoridades se trasladarán a ocupar las nuevas dependencias municipales entre lágrimas de emoción de la Alcaldesa y resto de concejales.
Las nuevas instalaciones municipales son los kioskicos de la Avenida de Ronda, que estaban cerrados para despistar, y aunque un poco estrechos, el martes después de moros ya se habrá hecho la mudanza y estará todo el mundo metío allí como en el camarote de los hermanos Marx.
Sin embargo, este año, según ha conocido LA TROLA en exclusiva, nuestro pregonero ha hecho un servicio impagable a nuestra ciudad y que nuestras autoridades han mantenido en secreto.
El propio pregonero, Jorge Fernández, conociendo la situación económica del Ayuntamiento con un pegao de cuatro millones de euros en el último ejercicio contable, propuso la realización en Elda de su programa “Esta casa era una ruina”. El Fernández aconsejó derribar el edificio del Ayuntamiento y construir otro nuevo de trinca.
Así se hizo, y esta noche tras la celebración del tradicional pregón, las autoridades se trasladarán a ocupar las nuevas dependencias municipales entre lágrimas de emoción de la Alcaldesa y resto de concejales.
Las nuevas instalaciones municipales son los kioskicos de la Avenida de Ronda, que estaban cerrados para despistar, y aunque un poco estrechos, el martes después de moros ya se habrá hecho la mudanza y estará todo el mundo metío allí como en el camarote de los hermanos Marx.
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